Por:
Angel Desmejorado (@angeldesmjorado)
Daniel
Radcliffe regresa a la pantalla grande con un filme difícil clasificar en un solo
género, ya que ocurre de todo, desde el terror, hasta el romance.
El director
Alexander Aja, quien se podría considerar un experto en películas de terror, en
esta ocasión nos quedó a deber demasiado en este filme, ya que le falto terror
en esta producción.
La historia
comienza con Ig (Daniel Radcliffe), quien es el principal sospechoso del
asesinato de su novia Merrin (Juno
Temple), cansado del acoso de la prensa, busca refugio en casa de sus padres,
pero se encuentra con la sorpresa de que nadie cree en su inocencia, a excepción
de su abogado y amigo desde la infancia.
Posteriormente,
al despertar se da cuenta que le comienzan a brotar un par de protuberancias en
la frente, las cuales comienzan a parecer un par de cuernos, acude al doctor,
pero se da cuenta de que ocurre algo curioso con la gente que se le pone
enfrente, estas personas comienzan a confesar sus más profundos deseos y junto
con esto la desinhibición de los mismos.
A lo
largo de la historia lo que parecía una maldición para Ig, resulta ser una gran
ventaja ya que comienza a sacarle provecho para así averiguar el caso del
asesinato, conforme avanzan los días, descubre algo nuevo e importante para la resolución
del caso.
Cosas
inesperadas ocurren, encubrimientos que nunca se hubiesen descubierto si no
fuese por los cuernos, la gente cambia y comienza a confesar y a olvidar lo
ocurrido frente al “demonio” de los cuernos.
Una historia
llena de fantasía, ficción, romance, terror y hasta un poco de comedia, es lo
que les espera a los que decidan ver esta producción, algunos quedaran muy
satisfechos con esta, aunque muchos saldrán desilusionados tanto de las
actuaciones, como los efectos y el libreto, aunque hay que tener muy en cuenta
el título de la película, para saber que esta cinta nos sorprenderá para bien o
para mal.
Su próximo
estreno será este 18 de diciembre, en todas las salas del país.
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